A veces las prisas, la vorágine del día a día o demasiada autodisciplina y perfeccionismo. Rigidez. Cabezonería. Quizás no saber ampliar la mirada y ver un poco más allá de donde solemos mirar siempre...

Nuestros automatismos a veces nos hacen desviarnos de lo verdaderamente importante, de lo que en realidad necesitaríamos y nos haría sentir mejor: parar, descansar, pedir una baja, dejar ese trabajo, soltar esa relación, etc.

Respetar cómo hago las cosas, lo que tardo en llegar, lo que siento... Aceptar lo que soy. Esa flexibilidad es muy beneficiosa para nuestro bienestar emocional, paz mental y autoestima.

En lugar de resistirnos al cambio, juzgarnos por no sentir ciertas emociones o exigirnos alcanzar ciertos objetivos que nos están estresando, la flexibilidad emocional nos permite ser amables con nosotras mismas y abrazar la autoaceptación.

Si no estamos siendo capaces de hacerlo de otra manera o de verlo distinto, es porque, ahora mismo, no podemos. Respirar, aceptarlo y liberarse. Atravesar la resistencia y "descansar", es muy sanador y fundamental para el bienestar psicológico.

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A medida que evolucionamos, es natural sentir que ya no encajamos en los mismos lugares emocionales de antes. A veces ocurre que, cuando maduramos y nos hacemos más conscientes de nosotras mismas y de lo que nos rodea, descubrimos que ciertos espacios o relaciones ya no nos satisfacen como antes.

Este sentimiento de no encajar donde antes sí lo hacía, es en realidad un signo de progreso y madurez.

Además, ocurre que cuando crecemos emocionalmente, vamos ocupando más espacio. En sentido figurado, porque con este crecimiento puede ocurrir que muchos sitios, personas o relaciones se nos queden "pequeñas", que ya no quepamos ahí. Y en sentido literal, porque nuestra presencia ocupa más. Pongo ejemplos:

• Vamos tomando más la palabra en los grupos, en el trabajo o en otros entornos, al sentir que lo que decimos tiene validez o importancia.
• Nos atrevemos a poner límites si algo nos molesta o, simplemente, porque preferimos no hacerlo.
• Expresamos nuestras emociones con más facilidad.

Vamos superando antiguas limitaciones y "reconquistando" el espacio, que era nuestro, pero que no tomábamos por cierta incapacidad emocional.

Las mujeres con problemas de adicciones apenas llegan a los servicios especializados. En general, son reacias a acudir a tratamientos o a pedir ayuda, pero no porque no quieran recuperarse, el problema es que el género establece desventajas para las mujeres en el acceso a los recursos asistenciales especializados en drogodependencias.

Su dificultad de acceso se debe en gran parte al estigma social que sufren, que es mucho mayor que el que tienen que padecer los hombres con problemas similares. Los datos revelan que este estigma provoca en las mujeres más sentimientos de culpa y vergüenza en ellas que en los varones con problemáticas similares.

Las cargas familiares (cuidado de hijes o padres mayores, por ejemplo), también es otro hándicap que afecta a la hora de tomar la decisión de ausentarse para ingresar en un centro terapéutico o acudir a las sesiones.

Además, una vez que acceden a los recursos, existen altas tasas de abandono. Las causas suelen estar relacionadas con lo comentado y, también, con el hecho de que los tratamientos no se adecuan a las necesidades específicas de las mujeres.

Debemos seguir trabajando para disminuir las barreras de género y proporcionar servicios específicos que aborden las necesidades únicas de las mujeres.

Expresar nuestros sentimientos nos permite ser personas honestas con nosotras mismas y con las demás, además de ser un gran facilitador de la comunicación. Consigue que la otra persona entienda mejor lo que nos sucede, pueda empatizar con más facilidad y, por tanto, sea más compasiva.

Ahora bien, para poder expresar lo que sentimos, primero necesitamos haberlo identificado y, eso, no es tan fácil como parece. En general, no hemos aprendido a identificar nuestras emociones y sentimientos (porque no nos han enseñado), por lo que solemos llegar a la edad adulta con esta dificultad.

Sin embargo, esto se puede practicar. Y, es que, a través de la exploración y la expresión de nuestras emociones, podemos aprender y desarrollarnos a un nivel más profundo.

Os propongo este sencillo ejercicio para ejercitar el autoconocimiento en lo que a sentimientos se refiere: cuando os pilléis tristes, haceros la pregunta de si realmente estáis tristes, o si lo que sentís quizás podría ser enfado, rabia, miedo o un poco de todo. El ejercicio, la pregunta, puede hacerse ante cualquier sentimiento. La idea es barajar más opciones, reflexionar más de lo que lo hago habitualmente, poniendo más consciencia en mis emociones y sentimientos.

Versos de @alejandraremon

Cómo me habría gustado que de adolescente alguien me hubiera ayudado a reflexionar sobre la importancia de ser auténtica, de mostrarnos tal cual somos, sin vergüenza, con autoaceptación. Estoy segura de que me habría servido mucho para mejorar mi amor propio y mi autoestima.

Ninguna persona debería dejar de ser ella misma para sentirse querida por su pareja, atraer al chico o chica que le guste o ser aceptada por sus amistades, familia, para encajar en un lugar, etc.

"Pulir mis aristas", aprender y crecer como persona para que mis relaciones mejoren, es un acto de madurez emocional. Es todo lo contrario a "encogerme" para caber en la vida del otro.

Os invito a que reflexionéis con estas 2 preguntas sobre cómo os estáis moviendo en vuestras relaciones:

• ¿Qué pasaría en mi relación si quedara más a menudo con mis amigas/os?
• ¿Y si empiezo a ser más asertiva, a poner los límites que necesito y a decir de vez en cuando que no quiero hacer tal cosa o tal otra? (Con pareja, amigxs, familia, etc.)

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El tercer sábado de noviembre se conmemoró el Día Internacional de las y los Supervivientes a la Muerte por Suicidio.

Este día ayuda a concienciar sobre la prevención y visibiliza a las personas que hemos perdido a un ser querido por esta causa.

El duelo por suicidio es un proceso duro y complicado por la naturaleza inesperada y a menudo violenta de esta muerte. Las y los supervivientes pueden tener dificultades para encontrar respuestas y sentido a la pérdida, sentir culpa, ansiedad y/o tristeza profunda que puede derivar en depresión, si no se aborda el proceso de manera adecuada.

Buscar apoyo profesional puede ser crucial, pero el estigma asociado con la salud mental y el suicidio, a menudo dificulta que las personas pidan ayuda. Celebrar un día dedicado a ellas puede servir para reducir ese estigma, al fomentar la empatía y normalizar el problema.

Esta fecha también puede ayudar a crear un sentido de comunidad entre las personas que están pasando por un momento tan duro. Recibir apoyo y comprensión puede ser crucial para la recuperación y mejora emocional.

Teléfono de atención a la conducta suicida: 024 (atiende 24 horas).

* Ilustradora desconocida.

Pasado mañana es el 25N, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres. En este contexto me animo a recordar qué es y para qué sirve la Perspectiva de Género.

En ocasiones se habla de "gafas moradas" para referirnos a esta lente analítica tan crucial y es que la Perspectiva de Género es un marco analítico. Sirve para observar y analizar la realidad de manera más exhaustiva y detallada de lo que se había hecho siempre.

Permite identificar cómo las mujeres son desproporcionadamente afectadas por la violencia en la pareja, el acoso sexual y otras formas de violencia. Así es como se puede actuar en consecuencia, porque si solo se observa la realidad desde un enfoque general, las desigualdades entre mujeres y hombres pasan desapercibidas.

La Violencia Machista sí tiene género, los datos no mienten y no debe tratarse como un problema general. Este análisis hace posible visibilizar la situación concreta que sufrimos las mujeres por el hecho de ser mujeres.

Al hablar de la perspectiva de género, es imprescindible nombrar al movimiento feminista, ya que trabaja para que este enfoque se tenga en cuenta y conseguir la igualdad de derechos entre mujeres y hombres.

El pasado 10 de octubre se celebró el Día Mundial de la Salud Mental, entre otras cosas, para que el estigma existente alrededor de los problemas emocionales y mentales vaya desapareciendo.

La OMS define la salud mental como "un estado de bienestar en el que la persona puede desarrollar su potencial, afrontar las tensiones de la vida, trabajar de forma productiva y fructífera y aportar algo a su entorno".

La salud mental no implica simplemente ausencia de enfermedades, sino que abarca mucho más (ámbito emocional, social, profesional, etc.).

Por ello, acudir a psicoterapia se considera un Factor de Protección para la vida, pues nos enseña herramientas de afrontamiento y nos prepara mejor a transitarla.

Buscar un buen acompañamiento terapéutico antes de llegar a sentirnos en un pozo sin salida, es un acto de inteligencia, valentía y responsabilidad emocional.

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Desde hace un tiempo, entre la juventud adolescente se ha ido poniendo muy de moda llamar "tóxico" a todo lo relacionado con una actitud dañina o de control dentro de las relaciones sentimentales.

"Tenemos una relación muy tóxica", "mi novio es muy tóxico", etc.

Hay ocasiones en las que esta definición se queda demasiado corta, pues lo que realmente se están produciendo son situaciones de violencia, generalmente de violencia machista.

Para poder salir de una relación de maltrato, primero tengo que saber que estoy metido en una. Como decía Simone de Beauvoir "lo que no se nombra, no existe". Si creo que algo no está ocurriendo, no voy a abordarlo como se requiere.

Si lo normalizo y lo disfrazo con otros nombres que no me remueven, que no me asustan o me inquietan lo suficiente, ese impulso de huida va a ser menor. Voy a quitarle importancia a mi situación y voy a permanecer más tiempo en ese maltrato, con las consecuencias que ello conlleva.

Prioriza tu bienestar, emocional y físico. Reflexiona sobre tus relaciones desde la calma y, si necesitas cambios y apoyo, no dudes en pedir ayuda a amigues, familiares y/o profesionales.

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"Volar da tanto miedo como no hacerlo nunca".

Gran parte de los sueños que queremos alcanzar en la vida, se encuentran fuera de nuestra zona de confort. Esto quiere decir que, en la medida en la que nos atrevamos a salir de ese "espacio protegido", nos sentiremos personas más plenas y realizadas o, por el contrario, más vacías e insatisfechas.

Ya lo dijo Anaïs Nin "la vida se encoge o se expande, en proporción a la valentía que tengamos".

VOLAR. Salir de esa zona segura en la que nos encontramos cómodas no es fácil porque conlleva enfrentar el miedo. Los cambios asustan, dan pereza, nunca vienen del todo bien... Pero cuando por fin, nos atrevemos a dar el paso, la recompensa y la satisfacción personal suelen ser muy grandes.

El crecimiento personal y el éxito se encuentran al otro lado del miedo, a este lado sólo la supervivencia.

Para poder ser capaces de enfrentar nuestros miedos es importante cultivar una mentalidad positiva, confiando en la vida y en una misma. Si, a pesar de intentarlo, vemos que se nos pasa el tiempo sin atrevernos a pasar a la acción en temas que nos importan, recordad la posibilidad de buscar apoyo externo.

Imagen de @soycloto.

"Ella es muy capaz de salir de los peores laberintos y extraviarse por caminos rectos".

Según la RAE, recto significa "que no se tuerce ni tiene ángulos o curvas". Hablar de rectitud a mí me conecta con la rigidez y, por tanto, con la NO flexibilidad.

Poder ser flexibles, fluir, es una característica tan importante para sobrellevar mejor las vicisitudes que nos trae la vida, para aceptar más fácilmente los cambios, lo diferente, etc. que suele ser uno de los objetivos clave a trabajar en psicoterapia.

La rigidez mental puede generarnos frustración, conflictos, aislamiento emocional... ya que, cuando somos inflexibles, nos encontramos atrapados en patrones de pensamiento limitantes que nos impiden adaptarnos adecuadamente a las nuevas situaciones.

Os dejo el link a un poema genial de Jesús Lizano "Las personas curvas", que viene al pelo con esta reflexión. Merece la pena escucharlo: https://www.youtube.com/watch?v=DsM6O7yXsFQ

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"Cuando no sé lo que quiero, sigo la pista de mi deseo".

Esta ajetreada vida con escasa educación emocional, nos lleva a "estar mucho en la cabeza" y poco conectadas con nuestras emociones. En general, solemos tomar las decisiones más con nuestra parte racional, la cabeza, que con el corazón o las tripas. Así ocurre que nuestro deseo queda en un segundo plano, por detrás de los pensamientos.

Dar más espacio a esa parte emocional y escucharla con atención, es un buen consejo para cuando no sepamos hacia dónde tirar.

Ahora bien, si eres una persona muy visceral que pone "poca cabeza" en la toma de decisiones, entonces lo terapéutico para ti será dar más lugar a lo racional. Reflexionar, pensar más las cosas.

De hecho, lo adecuado es que exista un equilibrio entre ambas partes, porque tan arriesgado es guiarnos sólo por el deber y los pensamientos, como sólo dejarnos llevar por nuestras pasiones.

Ilustración de @migrante_ilustraciones

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"Si tienes la casa de cristal, no le lances piedras". Este proverbio árabe habla de asumir nuestra responsabilidad en el cuidado de la propia salud. Esto tiene mucho que ver con la capacidad de estar atentas a lo que nos sucede, de identificar lo que más nos conviene según eso que vamos experimentando y de llevarlo a cabo.

Todas las personas debemos cuidarnos, tengamos "casas de piedra" o "de cristal". Aún así, si somos más vulnerables en algún aspecto (una racha dura, una enfermedad, una ruptura, etc.), deberemos tenerlo en cuenta y actuar en consecuencia.

Una buena recomendación puede ser:

• Aceptar y asumir mi realidad
• Identificar actitudes que me perjudican
• Evitar esos actos o situaciones de riesgo
• Rodearme de personas que entienden mi necesidad de autocuidado

Si me cuesta mantener el autocuidado que necesito, y eso me crea insatisfacción, recordar la posibilidad de acudir a psicoterapia unas pocas sesiones siempre es una buena idea.

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Sororidad significa complicidad entre hermanas. Amor a la hermana. Apoyo mutuo entre mujeres.

La RAE (Real Academia Española) aceptó el término en 2018. Hasta ese momento sólo existía "fraternidad", que viene de la palabra francesa "frère", y significa hermano varón.

Desde el Movimiento Feminista la sororidad se define de forma más política: alianza entre mujeres para reivindicar y luchar contra las opresiones que sufrimos.

El 8 de marzo (8M para las amigas), simboliza esta sororidad: la unión de las mujeres en la lucha por sus derechos y contra las injusticias. Además, rinde homenaje a las que en el pasado avanzaron hacia la igualdad.

Ilustración de P.nitas (arte feminista).

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Resulta que las personas nos ponemos máscaras o disfraces, y no sólo en carnaval.

Nos resguardamos tras personajes, generalmente, más aceptables, ocultando nuestra verdadera esencia y así conseguir el objetivo deseado: que nos presten más atención, que se haga lo que nosotros queremos, que los demás nos traten con mayor amabilidad, etc.

Estas máscaras son formas defensivas de comportamiento y, muchas de las veces, nos las hemos puesto inconscientemente.

Para quitarnos estas "caretas" y lograr mostrarnos al mundo con más naturalidad, es necesario realizar un importante proceso de autoconocimiento que nos ayude, lo primero, a identificarlas. Una vez conscientes de la forma en la que nos ocultamos y nos movemos tras estas máscaras, deberemos ir aceptándolas. Aceptar nuestra manera de actuar es necesario para aceptarnos a nosotras mismas como personas, algo básico en la formación de una buena autoestima.

Finalmente, con trabajo personal y tiempo, podremos ir desprendiéndonos de muchas de ellas. Este trabajo pasará por no seguir alimentando al personaje que llevamos años puliendo.

¿Y tú, identificas algún disfraz o forma sutil de manipular al resto?

ATENCIÓN, SPOILER: ¡Nuestros actos tienen consecuencias!

La Madurez Emocional consiste en superar ciertos aspectos de una actitud infantiloide poco adaptativa para nuestro día a día.

Uno de esos aspectos a tener en cuenta, si queremos mejorar nuestro crecimiento personal, es el hecho de asumir la responsabilidad de nuestros actos y afrontar lo que tenga que venir. Apechugar, vamos.

Lo mismo pero al revés ocurre con la ausencia de acción. Si no actúo, si no "cojo el toro por los cuernos", si no afronto ese tema importante, ocurrirán una serie de consecuencias. En este caso también, lo más maduro es aceptar mi parte de responsabilidad en el asunto.

Reconocer que soy una persona evitativa, alguien a quien le cuesta enfrentar situaciones que le generan estrés o angustia, es ya en sí mismo, un acto responsable y el primer paso para poder mejorar.

- Micropoema de la micropoetisa Ajo. @ajomicropoetisa -

"A veces me siento como si estuviera al borde de un acantilado, mirando las olas rompiendo sin tener a dónde ir si no hacia ABAJO". @jose.murgx

Hace unos días, el 13 de enero, se celebraba el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, un trastorno emocional que padecen más de 300 millones de personas en el mundo. Alrededor del 50% están sin diagnosticar.

La depresión puede afectar a personas de todas las edades, pero lo hace de manera más significativa a adolescentes y a mayores de 65 años.

Además, tiene mayor prevalencia en mujeres que en hombres. Formar parte de un grupo social oprimido cursa como un factor de riesgo para acabar desarrollando este trastorno mental.

Expresar cómo te sientes y pedir apoyo emocional profesional y a tu entorno, es el primer paso para comenzar la recuperación.

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"Ir de compras es más barato que hacer terapia". Mmm, yo no lo tengo tan claro...

El sábado comenzaron oficialmente las rebajas y se calcula que el gasto medio este enero, en este país, será de unos 94€ por persona.

A mí me gusta ir de tiendas y reconozco que a menudo me resulta terapéutico. Muchas veces no necesito comprar nada, con dar una vuelta y ojear un poco, a mi mente le sirve para distraerse y "resetear". Algunos de mis conflictos leves desaparecen con ese simple plan. (Con las compras online esto no me pasa).

Pero lo cierto es que no todos los conflictos son ligeros, ni la mayoría de nuestros malestares se pueden resolver "desconectando". Ojalá fuera tan sencillo.

Ese es uno de los puntos donde la psicoterapia cobra más valor. Porque cuando vamos a la psicóloga, además de realizar un trabajo de introspección y reflexión, paulatinamente se va produciendo una evolución personal. Las sesiones de terapia no van sueltas, no son algo aislado. De hecho, forman parte de un todo que es ese proceso de transformación, ese crecimiento personal del que hablo. Ese proceso de mejora no es capaz de ofrecerlo la simple desconexión por entretenimiento.

Por otro lado, actualmente los precios de las sesiones varían bastante. Hay quien acaba de introducirse en el mercado laboral y ofrece gratis la primera sesión y por 30€/hora las siguientes, hasta profesionales que piden 80€/hora. La media ronda los 50-60€. A veces podemos encontrar la terapia online más barata que la presencial.

Yo, por ejemplo, cobro 55€ la sesión (presencial y online).

Ojalá desde el ámbito público se diera más importancia a la salud mental y pudieran estar mejor cubiertas estas necesidades. Ojalá todo lo emocional estuviera más valorado en nuestra sociedad...

Ilustración de @katharina_arndt_berlin

2022 ha terminado con cifras escalofriantes e insoportables en materia de Violencia Machista.

Y es que, no basta con decir STOP FEMINICIDIOS y condenar los asesinatos y las violaciones, pues esos actos, son la consecuencia de otros que hemos ido normalizando e invisibilizando por considerarlos "de menor gravedad". Debemos implicarnos de manera más profunda y aceptar que la raíz del problema está ahí donde no queremos mirar porque nos escuece:

• Aprender a callar cuando alguien que sabe más sobre el problema explica que el lenguaje sexista influye en nuestra forma de percibir y estar en el mundo.
• Escuchar cuando alguien que sabe sobre el tema, explica que los roles de género ayudan a perpetuar la situación de superioridad de los hombres sobre las mujeres.
• Reconocer y aceptar que la situación de inferioridad de las mujeres sigue existiendo aunque tú no sepas o quieras verla.
• Asumir que el Amor Romántico nos ha enseñado a las mujeres a aguantar cuando deberíamos habernos ido. A asumir como un destino deseable la renuncia personal y la sumisión.
• Reconocer que el Feminismo es un movimiento necesario que trabaja por conseguir la igualdad de derechos entre mujeres y hombres, y que este movimiento nunca ha matado a nadie.
• Reconocer y asumir un largo etc.

Por un 2023 con mayor implicación por parte de toda la sociedad en la concienciación y eliminación de la Violencia de Género. Un gravísimo problema estructural y social.

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La Indefensión Aprendida es la creencia y la sensación de que "haga lo que haga, mis actos no van a servir para cambiar ni mejorar nada de esa situación en la que me encuentro".

A raíz de no haber podido defenderme ante un episodio ocurrido en el pasado, (a veces no es un sólo hecho sino una acumulación de ellos), quizás porque no pude responder a tiempo, porque lo que hice no surtió efecto, etc. Finalmente "aprendo" que yo no tengo control ni poder de cambio sobre ese tipo de escenarios. Me acabo resignando.

La Indefensión Aprendida crea desmotivación y apatía, pero algo a tener en cuenta es que todo lo aprendido lo podemos desaprender, y en su lugar aprender algo nuevo que nos aporte una mejor adaptación a la vida.

La investigación sugiere que estas creencias limitantes pueden disminuirse con éxito a través de la psicoterapia o de ciertos ejercicios que, sin duda, comienzan por identificar y reconocer que he desarrollado esta dificultad.

Ilustración de @rikiblanco

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"Estar feliz", "estar contenta/o", hace referencia a un estado de ánimo pasajero. Se da un acontecimiento concreto y yo me siento así en ese determinado momento. Es algo cambiante. Por ejemplo: estoy feliz porque he aprobado el examen.

Cuando hablamos de "ser felices", nos referimos a una sensación más estable en el tiempo que, además, tiene mucho que ver con nuestra voluntad.

La felicidad no está fuera de nosotras. No son las demás personas o las cosas las que nos hacen felices; yo puedo aprobar ese examen y a la vez sentirme una persona bastante infeliz.

Por eso se dice que la felicidad implica una actitud personal adecuada a la hora de afrontar la vida. Esta actitud, que da para mucho debate, está muy relacionada con la proactividad, el positivismo, con dar sentido a lo que nos rodea y, también, con la conciencia de una misma.

Con 'la conciencia' me refiero precisamente a la imagen de esta publicación. A ser capaces de identificar cómo nos sentimos. A veces la felicidad está ahí, en nuestra vida, pero se nos pasa por alto mientras nos quejamos de lo mal que hemos dormido o el poco dinero que logro ahorrar...

¡Abramos los ojos a nuestro bienestar! ¡Qué desperdicio ser feliz sin tener conciencia de ello!

Ilustración de @rom.mo

El autocuidado está de moda y yo me alegro mucho.

Cada vez más personas estamos aprendiendo a parar, a conectar con nuestras necesidades y a tenerlas en cuenta. Esto no es una acción egoísta, al contrario. Mejorar nuestro bienestar personal influye positivamente en las relaciones con los demás (entre otras muchas cosas).

El autocuidado fue definido por primera vez por Dorothea Orem, describiéndolo como un gesto de conciencia hacia una misma, de analizarse, observarse, cuidarse y, por tanto, de quererse.

Para cuidarnos de manera adecuada es preciso dedicarnos tiempo y, una vez que hayamos identificado nuestras necesidades (físicas, mentales y/o emocionales), llevar a cabo las acciones necesarias para cubrirlas.

En ocasiones intuimos que necesitamos mejorar o cambiar algo de nuestra vida, pero no logramos identificar qué es.

En ese caso te invito a que saques unos 15 minutos para ti, a solas, en un lugar tranquilo y sin ruido y te pongas de fondo música relajante. Siéntate con las palmas de las manos sobre los muslos, cierra los ojos y aprecia la música unos segundos. Respira profundamente varias veces y hazte estas preguntas sin abrir los ojos: ¿Qué necesito yo? ¿Qué me vendría bien en estos momentos de mi vida?

Las respuestas deben ir dirigidas hacia algo emocional, psicológico o físico (no tanto algo material, por ejemplo: necesito dinero).

Ser sinceros está bien, pero decir lo que pensamos, sin filtros, no es algo de lo que debamos estar siempre orgullosos, sobre todo si esa opinión sólo consigue provocar desmotivación o baja autoestima en la persona que tenemos delante.

Cuando somos capaces de ponernos en el lugar del otro y valorar cómo le puede impactar esa verdad, considerando si es realmente necesario expresarla, estamos siendo personas empáticas y teniendo responsabilidad afectiva. Esta forma de responsabilidad tiene que ver con cómo gestionamos nuestros actos según las consecuencias que pueden provocar en las demás personas.

Intentar ser empáticos y estar comprometidos con los sentimientos de los demás y con los vínculos que vamos creando, nos facilitará mucho las relaciones interpersonales y, por lo tanto, la vida.

Hay ocasiones en las que no tenemos ganas de abrirnos a los demás, ni de profundizar sobre cómo nos encontramos.

Esto puede ocurrir porque no tenemos la confianza suficiente con la persona que nos ha preguntado (y eso no invita a intimar), porque no tenemos las fuerzas necesarias para conectar con esos sentimientos dolorosos o, simplemente, porque no nos apetece.

Fingir que todo va bien, a veces puede ser una respuesta adaptativa para cuidar nuestra salud mental evitando, por ejemplo, el riesgo de cometer un sincericidio. Y es que no tenemos la obligación de detallar cómo nos encontramos sólo porque nos hayan preguntado "qué tal".

Desnudarnos al otro es mostrarnos vulnerables. Por eso, hacerlo tras haber reflexionado sobre si nos sentimos a gusto en ese contexto o sobre si podríamos ser bien recogidos por la persona que tenemos enfrente, puede ser un acto de cuidado hacia nosotros mismos.

Imagen del ilustrador @loitt

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Este poema de @elvirasastre va dedicado a varias de las personas a las que atiendo actualmente.
Creo que transmite fuerza y esperanza para seguir adelante cuando se ha dejado una relación dura.

No sé si llegarán a leerlo, pero quisiera recordarles que las voy a continuar acompañando en su proceso. Respetando sus ritmos y necesidades, sin juzgar las decisiones que tomen y trabajando, poco a poco, por su recuperación y empoderamiento.

Gracias por confiar en mí como terapeuta y compañera. Aprendo con vosotras.

La asertividad es un estilo de comunicación en el que expresamos de manera clara, segura y amable nuestras preferencias, intenciones, ponemos límites, etc. respetando las necesidades de la otra persona, pero no ante poniéndolas a las propias.

La comunicación asertiva implica autocontrol, porque va de enfrentarnos a la situación pese a la incomodidad que pueda generarnos y hacerlo con empatía y a la vez firmeza. Sin someternos al otro (comunicación pasiva), pero tampoco intimidarle siendo hostil o borde (comunicación agresiva).

La asertividad facilita las relaciones y mejora la capacidad de negociación, por ello nos ayuda a vivir con menos estrés. Además, está muy relacionada con un buen autoconcepto y una buena autoestima. Escucharnos y tenernos en cuenta, es valorar nuestras necesidades y, por lo tanto, cuidarnos. También nos da satisfacción ver que somos capaces de resolver conflictos con tranquilidad, sin la necesidad de hacer o decir algo de lo que después nos podamos arrepentir.

Imagen realizada por la ilustradora @karencastilla.i 

Llorar en terapia. Llorar con amiguis. A solas.

Qué importante es poder hacerlo tranquilamente, sin juzgarnos. Sabiendo que permitírnoslo es cuidarnos. Es mimarnos en un momento de vulnerabilidad. Dándonos total libertad para desahogarnos, porque es sanador y ayuda a seguir hacia adelante cuando nos sentimos tristes o abatidxs.

Y es que, llorar tiene un efecto calmante y relajante. Disminuye la ansiedad que podamos estar sintiendo y facilita el descanso.

Además, cuando derramamos lágrimas, el cuerpo libera oxitocina y endorfinas, lo que rebaja la ira y la angustia, y produce una sensación de alivio y bienestar importantes, pese a que la situación estresante no haya variado.

Gracias @72kilos por la bonita ilustración y también por ayudar a normalizar el llanto en los hombres.

El otro día encontré esta ilustración de @estabapensandoenalgo por Instagram, y al leerla me sentí identificada. Pensé "ya te digo, suerte que por fin me atreví a abrir esta nueva cuenta".

Seguidamente, me di cuenta de que el hecho de haber dado estos pasos en las RRSS (o en la vida), no ha sido una cuestión de azar.

No es casualidad que yo esté decidiendo emprender como psicóloga autónoma en este momento de mi vida. Detrás de esta elección hay un largo camino de trabajo personal (terapia), esfuerzo y toma de decisiones importante.

La suerte también influye en nuestras elecciones, desde luego. Los factores que no podemos controlar existen y nos afectan, pero la mayoría de las veces, las personas logramos lo que nos proponemos porque ponemos nuestra energía, ilusión y esfuerzos en dirigirnos hacia nuestros objetivos.

Por eso creo que la suerte se busca.

Yo, desde que estoy más pendiente de mi autocuidado y mi bienestar, tengo mejor suerte.

También lo veo en las personas a las que atiendo.

Con este primer pasito y la ilustración de @muskupapi, me lanzo a la aventura de emprender en psicoterapia.

Voy con miedos, nervios, con mis inseguridades... pero también contenta y con ilusión, y me siento valiente, porque voy. No me estanco.

No sé si llegaré a la meta pero confiaré en que sí y, mientras tanto, disfrutaré el camino que, seguro, será interesante y enriquecedor.

A lxs que me acompañéis en el viaje, os doy las gracias de antemano y de antecorazón 🧡

Como dice Julio Villar en su libro "Eh, petrel!": Nada es demasiado grande. Todo lo puedo hacer. Todo lo puedo abordar. Nada es demasiado pequeño. Todo vale la pena de ser hecho. Sólo me he de conformar con ser feliz.